Poesía Peruana Actual | «La destrucción es blanca», poemas de Myra Jara

Publicado en 2015 por Lustra Ediciones, “La destrucción es blanca” representa el primer poemario de la poeta Myra Jara (Lima, 1987), quien se suma así a la extensa tradición de la poesía peruana escrita por mujeres. En las cuarenta y tantas páginas que conforman el libro, nos encontramos con una poesía cruda y al mismo tiempo delicada, nostálgica, sensible, que por momentos adquiere visos confesionales. En ella la hablante -una viajada joven de buena posición- da a conocer recuerdos relativos a su familia, reflexiones de carácter personal y experiencias ligadas a temas como el aborto, el abuso y la explotación sexual, usando un tono provocativo -a veces cínico- que deviene, como señala Thomas Boberg -autor de la nota que acompaña la edición- “en versos muy intensos, exactos y desenfrenados”. 

 

Selección de poemas

 

LA HAN PENETRADO. Estaba aburrida y

la han penetrado

Estaba sola, no había comido

Está bebiendo en el local

Quisiera desfilar lentamente, llegar finalmente 

al mar, discurrir, discurrir en el mar

Aligerarse, ir perdiendo el pelo

No soporta hacer cosas

Piensa que no debería hacer nada que tenga 

conciencia

En el mundo brillan el crecimiento de las plantas y

            los animales

Brillan los ciclos del agua y de los astros

Nacen células rojas en los pulpos y los caballos

Los perros abren los ojos y observan las montañas

Así de voluptuoso y rotundo

Las personas están incómodas entre sí

 

Se siente superior a todos los hombres del local,

            los que se sienten, todos, inferiores a ella

Tres hombres la cargan en peso entendiendo

            inconscientemente que quiere dejar el local como 

una inválida

 

*

 

YO ENTONCES no sabía qué era exactamente

            la muerte

Escuchaba decir que algún tío se moría

que alguien se había muerto

que en el hospital alguien se había muerto anoche

Veía siempre carros espléndidos, mujeres suaves

cuando había alguna muerte

Veía que la muerte hacía que esos carros negros

            desfilasen por la autopista

como hombres jóvenes corriendo en smoking

por los puentes

La muerte me gustaba

Me gustaba cuando escuchaba que alguien moría

Entonces una empleada me vestía de negro, me vestía

            como adulta

La gente se distancia de ellos niños cuando hay 

            un muerto

En esa época no podía entrar al hospital y al velatorio

Me quedaba afuera, con una empleada cansada,

            prohibida de tocarme

La veía comerse un caramelo, engordar

 

Me distanciaba de ella

Y jugaba, con las manos, a la muerte

Y simultáneamente, con la mente, a la belleza

 

*

 

TENÍA GANAS de quebrarme y me fui al Mood

Un bar grotesco donde van los policías a follar

Acepté un cocktail gratis de un hombre

no lo besé, pero me conmovió su boca, fea y grotesca

Cerró el Mood y caminé hacia Castelino

los mozos miraban mis piernas, me invitaban cervezas

no había quebrado las aves, estaba desordenada y negra

fui a las mesas a beber Nepi

 

Llegó un tipo guapo que caminaba lento

Yo era conmovedora, era placer

 

Había vivido en Londres, volvió a Roma por idiota

Era un homosexual vanidoso y hábil

Teníamos los dos lindas piernas

era guardia de puerta en un club de strippers. Mujeres

            romanas, frías, eran sus amigas

Le conté que era pobre, que hacía danza, hablaba

lenguas, hoy quería follar

 

Entró un perro al bar. Pobre bestia suave

 

Me miró un rato las caderas y las manos. ¿No quieres

            que hable para meterte en el club?

Bailas desnuda, nadie te toca, haces dinero. Nos 

            bebimos un vodka.

 

Se fue en el bus

 

Yo desnuda, bailando bajo luces. Viejos hombres

            mirándome los pechos. Cabezas mirándome.

            Pájaros caminando en sus cerebros.

¿Crisis? Mías

 

Desnuda en la noche mientras otros duermen y orinan

Estaría bien desnudarme pensando en leones y

            plantas, en leones que abren la boca y bostezan

 

Volver luego al departamento, cocinarme, comer.

 

*

 

YO TERMINABA de comer cuando Alsira me contó

            que una vez a los doce, un hombre la jaló

detrás del campo y ahí la violó

 

Era mi nana Alsira

Yo tenía nueve mientras la escuchaba decir a mi madre

            Que su esposo la hacía beber y la humillaba con

            Otras mujeres

 

La escuchaba y la oía cantar siempre unas canciones

            tristes mientras veía su espalda ancha desde el

            lavadero y sus manos morenas mojadas

 

Pensaba fugazmente en el campo, donde aún vivía

            en una casa muy fea

 

Me contó que es anoche volvió a su casa, se limpió

en silencio, dio de comer a los perros

y lloró intensamente

 

Nadie la vio, cuidó de no ser vista por ninguno.

 

*

 

¿SABES CÓMO he venido de la cama hasta aquí?

Saliendo del corazón simple de la tierra

Así llego, me siento aquí

 

Debo dinero a un hombre descortés

Debo dinero a un hombre vulgar que me ayudó

            a no tenerte

No quiero pagarle. No tengo moral con él, 

            quiero robarle

Por eso te hablo, ser pequeño

No dijiste nunca nada

Estar contigo por un mes fue exactamente como

            estar sola

Te aborté en una hora, llegué adolorida al hotel

            que renté

A veces te recuerdo

No eres exactamente un muerto

 

Me siento sola

Puedo recordarte y empezar a sentir algo por ti

Tú eres mejor que un hijo.

 

 

Comentarios
Compartir: