Alambres de la noche es el primer poemario de Alfredo Dario Morelli (Córdoba, Argentina, 1961), quien además de escritor las ha oficiado de basquetbolista profesional, profesor y actor de cine -como se indica en la contraportada del libro-, siendo además parte del grupo de rock “La clave peste”, donde toca saxofón y flauta traversa. Autoeditado en Buenos Aires en 2022, Alambres de la noche consta de treinta y un poemas construidos a partir de un lenguaje desbrozado, muchas veces talado, mutilado, que reflexiona de manera crítica -y críptica- acerca de asuntos como la vida en la “modernidad tardía” sudaca, la tecnología, la globalización y la idea (y práctica) de dios, realizando asimismo una exploración al propio ser, al cuerpo, a la autobiografía.
Selección de poemas
CVIII
escribir antes o después de la negrura
todos los detalles
con herramientas precisas
trasladar la cosa
una persona de lápiz
puesta en la balanza de dormir
vestida con la hernia inguinal
del orfanato
ocupar sus ojos
ambos defectuosos
con el precio del pasto
con el barro largo
como todo el cabello del mundo
una persona en sí misma
arrestada por intento de vida
cuando cortaba píldoras
a mitad del catre
una estadística de luto
pensionada en la palabra
sabiendo que el imperio no termina
por más ventanas rotas
mece la silla cirujana
un plan en la mesa del día
todo albergue crema su demonio
IX
dice mutilado
y nadie piensa en amor
porque cómo podría
una caricia
una mano hermosa
en el gesto claro de acercarse
la uña a medio enclave del acoso
cumpliendo con el tránsito
es decir
frenar cuando la señal indica
que es otro el que quiere
cómo podría donde dice mutilado
leer
que está completa la línea de la vida
la palma arde
arde el dorso
la mano está, aunque no toque
L
un desayuno es la distancia
entre el camastro niño de tus miedos
y la taza senil
calostro de la muerte
infusión de lobos
no es fiebre la pesadilla
no es pastilla el basurero en la garganta
antes era yo el amanecido
y era un hambre tierno
tus tostadas
entonces
este pan residuo de mil años
esta bandeja
en la vértebra rota del tiempo
se ahíja el bocado
cuando la boca es madre
VII
dios nació lisiado
se atragantó el pescuezo
con la vara de medir
nunca tuvo canto
voz no tuvo
una voz de hablar bajito
mudo de silencio
graznó siempre las espadas
sus medidas
roncó degüello en los preceptos
rezos rapaces
a ambos lados de la hoguera
acérquense a mí
rengos de lenguas
paralíticos de chillidos oratorios
disfónicos de amor
hijos tullidos de mi verbo
para ustedes las biblias tetrapléjicas
muletas mandatarias del versículo
apoplejía de sermones
prometo el cielo más afónico de baile
mi diestra hemipléjica de música
mi amputada lengua
dios nació inválido de piedad
y aúlla infiernos
LVIII
clasificado rojo en las córneas
cuando el riesgo crediticio en GPS
usaba mapas y se movía
para que ninguna ciudad quedara
intacta
alambres de la noche
llamadas en la secuencia correcta
enorme equilibrio de los bienhechores
su única acción gratuita
mientras
los oficiales del suburbio
minan el largo puente de metal
vomitan agricultores chinos
con maquillaje de gorras
revisamos lazos familiares
presos en la enciclopedia equívoca
trocamos
aquel viejo asunto automático
el amor
por nuestro tiempo obsoleto
vamos
hacia la reliquia de alguien poderoso
sus manos de tumba
digiero mis pastillas dopado de ideas
ruinoso
pozo en la mirada, desconcierto
como si las cosas
salieran mal por todos lados
un genuino nirvana conurbano
quién quiere este paisaje?
este simulacro
participantes originales predispuestos!
torciendo la larga línea dura
al precio de la carne
incubamos la solución macabra
el bello retrógrado artista de nieve




