Poesía chilena actual | Una muestra descentralizada


Selección de poemas de Ricardo Herrera Alarcón, Camila Albertazzo, Maximiliano Díaz Santelices, Idania Yáñez Avilez y Felipe Moncada Mijic.


Nacida de lecturas recientes y sin ningún tipo de afán antológico, la muestra poética que se entrega a continuación recoge algunos textos publicados entre 2018 y 2022 por cinco autoras y autores nacionales de diferentes estilos y generaciones. La selección, que incluye poetas  originarios del norte, centro y sur del país, es decir, es de carácter descentralizado, da cuenta de la enorme productividad, diversidad y resiliencia de la poesía nacional, que pese a ser un arte minoritario que no resulta atractivo para los oligarcas que administran la colonia Chile -no da plata ni votos, no alienta a sacar tarjetas de crédito en Falabella o París, no fomenta la dependencia mental o espiritual- sigue dando señales no solo de estar viva, sino de gozar de bastante buena salud. Prueba de ello son los textos de Ricardo Herrera Alarcón, Camila Albertazzo, Maximiliano Díaz Santelices, Idania Yáñez Avilez y Felipe Moncada Mijic, que entrego ahora a los atentos lectores y lectoras de “El Mal Menor”.

 

 

Selección de textos

 

 

Ricardo Herrera Alarcón / Temuco, 1969

________________________________

 

ARTE PANFLETARIO (fragmentos)

 

*

 

Después de Allende todo suicida es kitsch.

Después del de Allende todo suicidio es pintado por Bruna Truffa.

La Moneda pintada por El Bosco.

La Moneda bombardeada: tema de artes visuales para niños menores de

          [11 años de una escuela rural llamada Colegio Ambrosio O’Higgins.

Septiembre mes de la patria o la ironía como tema del arte panfletario:

          [epistemología de la chu cha su ma dre.

La bandera chilena usada para limpiar las mesas.

Los generales orangutanes, directores de la dina y cni y principales

          [cómplices civiles del golpe, decapitados: sus cabezas exhibidas en las

          [entradas de ramadas y carnicerías.

Los emblemas patrios como arte panfletario: metapoesía para niños.

Dulce de copihue con merkén.

Empanada de macoña con merkén y cochayuyo.

 

*

 

La voz que asoma me parece ajena

no es mi voz

ni son mis palabras en medio del temporal.

Seguramente soy un sobreviviente (todos lo somos)

seguramente si hubiera tenido unos 17, 18 o más (y no tres y medio)

me habrían matado el setenta y tres

seguramente habría andado también con esos discursitos incendiarios

o viajado al exilio y estudiado teoría del arte en Francia o Inglaterra

o nada de eso

lo mío sería resistir en la clandestinidad creyendo que era cosa de unos

          [meses algunos años

fumando hierba escuchando trova.

Tarde o temprano me hubieran detenido.

Soy débil, lo sé, me veo quebrado en la tortura

y luego, ya del lado oscuro, recitando Explico algunas cosas

mientras golpeaba riendo, gordo, fumando Hilton rojo, vestido de negro

o quizás hubiera sido un cuadro político

encargado de pensar y organizar la línea militar del Partido

con cursos de guerrilla urbana y rural en Nicaragua y Angola

o me habría puesto tetas en Suecia

y luego regresado como la compañera Herrera

encargada de compartimentación y asuntos de género en una célula de

          [Vilcún

o vivido cinco años en Berlín Oriental

cinco años llenos de una niebla maravillosa

trabajando para la Stasi

con una confianza, aún no pervertida, en el porvenir

o traído un pedacito de muro

un poco de culto a la personalidad.

Lo que vino después no se lo doy a nadie:

volver a este esperpento

este eterno campo de concentración

esta sala de tortura a cielo abierto

 

*

 

Pienso que el ser humano no está hecho para vivir en sociedad

pienso que el ser humano está hecho para vivir dentro de globos

y botellas

dentro de conchas de locos dentro de árboles

en esos orificios que llaman oquedades

pienso que es un error pensar que puedan vivir uno al lado del otro

todo eso lleva a problemas y confusiones

a portazos, a gritos, a estallidos revolucionarios

que luego son aplastados de manera sangrienta

el hombre y la mujer deben vivir dentro de pianos

dentro de espejos

muy adentro de libros y cajas de música

y solo a ratos salir y tomarse las manos

y solo a ratos buscar algunas palabras

sin pensar en encontrar o perderse

absolutamente libres

sin estado

sin familia

sin propiedad privada.

 

 

 

ÁLBUM TRIBUTO (fragmento)

 

Hay días en que me levanto Enrique Lihn

Soy E.L.

Ando con cáncer todo el día

Con sombrero de copa

Con cara de asco

Y odio a Teillier.

Me acuesto con una periodista veinteañera

Que me hace preguntas absurdas sobre cómo cambiar el curso de los ríos

Soy un Lihn sin bigotes y obsesivo

Que pasea vestido de cura por mi depa

Con un habano sin encender

Soy un Lihn jovencísimo, flaco, histriónico, pedante, ultramarxista

Que acaba de fundar un subte donde voy a dormir

Que acaba de fundar la Universidad de la Pantomima

Donde enseño las Artes del Birlibirloque

Y ahora como pescado crudo y ensayo una sonrisa para la posteridad

Una posteridad donde soy el crítico único y el poeta único

Que pasea entre las cenizas humeantes de los poetas calcinados

Soy Enrique Lihn Carrasco

Pude haber pintado el cielo pero preferí escribir

Sobre la tierra húmeda

Con mi falo de oro.

 

 

 

TEXTOS AUTOBIOGRÁFICOS (fragmentos)

 

*

 

Mi padre enfermo

Qué hago junto a mi padre enfermo

Que dormita en una silla

Y me pide le encienda un cigarrillo

A sus 80 años.

Qué hago ayudándole a pararse

Llevándolo del brazo al baño

Bajándole los pantalones

Sentándolo en la taza.

¿Este es el fin que cantaban los Doors en Apocalipsis Now?

Has hecho un mal trabajo con este hijo

Ser escritor es ser frío y calculador

Al menos con las palabras.

Soy un tipo frío

Que no sabe o no puede

Expresar cariño.

Quieres café papá?

Necesitas que te limpie la baba?

Necesitas que te hable más fuerte?

Necesitas un cojín para apoyar la cabeza?

Quieres que te hable de lo que escribo?

Quieres agua?

Te darás cuenta si me tomo esa botella de vino

Que está hace días sobre la mesa?

Te molesta si duermo mientras te quejas

Y dices palabras inconexas?

No tuve tu fe y aquí estoy, escuchándote.

Tus quejidos son mis palabras.

Tu olor a orina son mis palabras.

¿Quieres que te limpie el culo con este poema?

No deberías confiar en este hijo que te cuida

Y presiento que no confías

Te estás haciendo el loco?

No me vas a dejar leer tranquilo?

He aprendido con los años

A no pedir mucho.

El desapego es mi bandera.

Fue tu enseñanza

Has sido un buen maestro.

Un gran actor

Víctor Mature en El manto sagrado.

Guapo y rabioso.

 

 

*

 

Mi madre es hermosa

Y no es que sea su hijo

Es un hecho objetivo

La hermosura de su pelo blanco

Su sonrisa

La recuerdo de niño

Siempre cantando

Tejiendo

Cosiendo mis calcetines

Mis pantalones de cotelé

Que ella misma hacía

Recuerdo el último chaleco que me tejió

Amaba ese chaleco color gris

Con las mangas caídas

Sin botones en el cuello

En un tiempo que mi madre

Colocaba siempre

Botones en el cuello

De las chombas

Mi chaleco pasaba

Por mis amigos y amigas

Que amaban usarlo

En el invierno valdiviano

Tengo nítido en el recuerdo

Mi chaleco cubriendo

El cuerpo desnudo de una amiga

Que baila con mi chaleco puesto

O se tapa las rodillas con mi chaleco

Mientras fuma

Y me pide un cenicero

Que era un plato pequeño de té

 

Textos tomados de: “Adicciones y fobias”

Editorial Bogavantes (2022)

 

 

 

 

Camila Albertazzo / La Serena, 1987

____________________________

 

 

PÁJARALENGUA

 

A Francisca

 

I

 

Vislumbras el horizonte

vislumbran

los sonidos del pasto pisándose

en plena noche

 

No entiendes el significado de la planta maestra

No entienden

 

El Cristo sangrante no entiendes

La virgen que amas no entienden

 

Ellos no entienden

 

Tú entiendes a medias entre la planta y Dios

has olvidado la lengua de las piedras

has olvidado la lengua de los hombres

 

solo retienes el miedo

No entienden tu lengua entremedio

Tu lengua fracturada

Mama

Partida

 

Tu lengua

 

heredada triste

heredada sabia

 

No escuchas su tono asilverado

No escuchan

tu tono verde y blanco

 

Has dejado ir las palabras

 

II

 

Se han volado las semillas del palqui

 

Aranchíca

 

y duermes a la niña

Aranchíca

 

AranchícAranchícAranchíca

 

 

III

 

Se cuela el viento bajo la puerta

 

y vislumbras

 

que se esconde el sol en el valle

 

cuántas veces se escondió así

tú no sabes cómo decirlo bien

Cómo decirlo en serio

 

No saben

Lo que quemaron 

cuando partieron

En dos

Las lenguas

 

 

 

 

ÁN_I_M_A_ _C_H_R_I_S_T_I_ _

 

 

Cástrame

 

Kakan quemado y quieto

Cállate 

 

Kakan fisura limpia 

Cóstrame

 

Quiébrame 

 

Cúrvame

 

Kakan callado en piedras 

Conviérteme 

 

en exilio roto

Costíllate

 

Casi somos enemigos

Prostérnate

 

La bota cae al agua

Persígnate

 

Inviérteme 

 

La polaridad que esconde el reino 

Tríname 

 

Un último intento vano 

Cuélate 

 

El viento en los pocos dientes 

Sílbame 

 

Suave 

 

Kakan curandero aquiétame

Kakan rito y trino escíndeme 

 

 

La ciudad ha partido lejos

Se ven al norte 

Algunas rocas iluminadas 

 

Acércate 

 

No pudimos recuperarte

 

Convertida en sal 

Castígame 

 

Kakan lenguapájara 

Mírate 

 

convertida en limo

 

imposibilitada para volar

 

 

 

ELQUI MINERALS

 

 

Al valle

un ojo que saliva

 

Por la grieta

un vagido transparente

 

el manto virginal

se cimbra bajo los párpados

 

la mujer aproxima

extiende su cuerpo sobre el cardo

Debajo de la planta

una mariposa

ha surcado

sin temores

la huella de la herida

 

el cactus trepa

la piedra acordonada

 

Está hecho

 

 

Un sobrevuelo de pájaros

y las plumas

se tejen

 

La vida misma

recoge

la roca

 

La cabeza señalando el apu

 

 

la costurera

en la singer

va hilando uno a uno

el punto de alpaca muerta

 

En su choza de barro y baba

cuenta lanas

leches

carbones

 

Las manos mundo y mapa

trazaron rutas de escrutinio

 

Silencio

 

Sigan el hueco tambor del agua

Sigan el palo y las semillas

 

Ruego conay

No queremos chonay

Chinitay

No queremos no

Kaikayuma no

 

La vieja y sus cataratas

 

Hoy es de noche

Elqui suspira

han obturado sus venas con sangre de Virgen

El cerro ha muerto

en su lugar nace un prodigio de bordes regulares

embebidos de sangre y mineral

 

 

El lapislázuli extingue su última grieta dentro

 

 

Textos tomados de: “Pájaralengua”

Editorial Bordelibre (2022)

 

 

 

 

Maximiliano Díaz Santelices / Santiago, 1960

____________________________________

 

 

EL CONTINUO SINGLAR POR ESTAS COSTAS

 

Singlar es un verbo raro

un intransitivo caído en desuso.

Significa navegar

con rumbo determinado.

 

Ya nadie usa singlar

ni los transeúntes en la calle

ni en los buses los conductores 

ni siquiera a los pescadores

les he escuchado el vocablo dicho.

 

Solo en vetustas traducciones literarias

      aparece

desde allí con seguridad lo obtuve.

Tal vez no se usa

porque ya no hay rumbo determinado 

tal vez porque ya nadie sabe a dónde va 

esta navegación.

Es solo un golpeteo de olas 

incesante e imperturbable 

contra la quilla.

Nada más

sin rumbo, pero insoslayable.

 

Navegar y caminar son metáforas

que ya nadie en serio se atrevería a usar 

para hablar de la vida,

singlar tampoco.

 

 

 

PURA PATRIA

 

Esta pura patria de volantines 

con cielo azulado sin mácula 

de septiembre

copia feliz en fondas y ramadas 

con banderitas tricolores 

remecidas por la brisa

no es segura.

 

Todo puede derrumbarse.

 

Sobre la precaria fiesta de la patria libre 

devendrá tragedia junto a la lluvia

o los volcanes

y olas de barro o ceniza inundarán 

los coloridos campos bordados 

con toda la vida dentro

devendrá tragedia, televisión mediante 

esta dulce patria de matinales 

remecida por los helicópteros

se llenará nuevamente de desaparecidos 

y de cementerios sin memoria.

 

Porque vivimos en endebles andamios 

copia feliz de estados más sólidos 

pero sobre un puente de tablas viejas 

sobre una historia con falla estructural

donde los edificios y las banderas arden 

en los ministerios

y hay casas y gentes que se hunden 

en el pacífico mar

que ya nunca más, nos bañará tranquilo.

 

Así, Chile se desvanece,

pues ni en las fondas nacionales 

ni en los torneos de rayuela

ni en la parada militar 

habrá futuro esplendor

ni la tumba será de los libres 

ni el asilo contra la opresión.

 

 

 

I AM FREE

 

Sentado en el Battery Park de NYC 

diletante a mediodía

bajo un sol de invierno 

mirando la larga fila de turistas

que le guiñaban el ojo de sus cámaras 

a la Estatua de la Libertad

con barba encanecida 

con el ojo azul yanqui

y los labios morados de vino turbio 

nos gritaba:  I am free, I am free.

 

Nosotros sin comprender apuramos el paso

vimos solo un vagabundo maloliente 

con una larga barba blanca

un viejo hippie vestido 

con trapos de colores

con un sombrero impredecible

la escoria de la gran patria americana 

la basura de las barras y las estrellas 

un Whitman decadente y perdedor

I am free, I am free, nos desafiaba 

sin tarjetas de crédito, sin hipotecas, 

sin domicilio fijo, sin seguros,

sin bancos, sin trabajo,

sin viajes, sin resort ni only inclusive 

I am free, I am free, nos gritaba.

 

Seguimos nuestro camino

hasta un Starbucks en Wall Street

para tomar un frappuccino o un espresso

y mirar las 225 fotos

que le habíamos tomado esa mañana 

a la Estatua de la Libertad.

 

 

 

UN INSTANTE

 

Hay un instante

en que el equilibrio se estrella 

contra el suelo y se hace sangre 

y la sirena nos despierta a todos 

escupitajo, golpe en la cara, 

escaleras rendidas en el incendio 

y aunque nades

la playa tibia se oculta tras las olas 

hay un instante

en que la cumbia se acaba

y la sala de urgencia se repleta 

mujeres, niños y moribundos

y los baños inundados de agua sucia 

la luz se corta y nos quedamos

a pura vela, a fósforo 

iluminados por las llamas

que ya se hospedan en los primeros pisos 

en ese instante, en el de la sirena,

el del escupitajo y la sangre en la calle 

la playa desierta y dormida

se aleja más y más

y te hundes rodeado de algas en el mar 

como la caída en picada de un ángel negro, 

inmigrante

que salta desde una ventana

                    con una esperanza vacía 

y se estrella contra el pavimento

a 5786 kilómetros de su casa.

 

 

Textos tomados de: “Citas Inexactas”

Ediciones del Paraíso (2021)

 

 

Idania Yáñez Avilez / Bahía Murta, 1962

_______________________________

 

 

REGALO

 

Yo recibí un hijo en la soledad del alba

y los pájaros lo vistieron de rocío,

en mi corazón cantaba el mar, el bosque, el río

y la lluvia azul de todos los inviernos.

 

Mi hijo era pequeño como las golondrinas,

un capullo de sol entre mis manos,

mi niño era grande como las montañas

vencedor de dragones y bestias de guerra.

 

Yo recibí del cielo un hijo,

toda la primavera cabía en su llanto,

toda la lluvia en sus rondas de niño-bosque

todo el tiempo en sus ojos otoñales,

todo el sol, todas las flores

en su casa perfumada de niño-infancia.

 

Mi hijo era pequeño como las golondrinas,

su vuelo se hizo eterno una tarde mientras soñaba,

los pájaros lo vistieron de margaritas blancas

en mi corazón lloraba el mar, el bosque, el río

y la lluvia azul de todos los inviernos.

 

 

PAÍS LAS ABEJAS

 

Hasta ti llegamos país verde y profundo,

retazo de infancia

oculto en las raíces dormidas bajo la tierra.

 

Hasta ti,

plegaria de nieve,

sueño azul de los arcoíris.

 

Hasta ti,

paisaje de rosales y canto de lluvia,

hasta ti llegamos con la ofrenda interminable 

del tiempo, los recuerdos,

la vida.

 

Hasta ti llegamos tierra amada,

bosque de mañíos que sueñan bajo la luna,

hasta ti llegamos como pequeñas sombras 

que se abrazan y poco a poco

desaparecen en la interminable noche.

 

Hasta ti llegamos quebrantados y tristes,

ahora que todo está en silencio,

ahora que no cantan los pájaros en el bosque 

milenario que duerme junto al río,

ahora que nada queda

salvo algunas flores temblando 

en las trizaduras de la escarcha.

 

 

 

REGRESO

 

Hoy las madres regresaron al País de las Abejas

portando retazos de sol entres sus manos,

las vecinas de siempre,

las que nunca se han ido.

 

Nos abrazaremos sonrientes por la dicha del reencuentro,

tomaremos mate reunidas en la cocina,

afuera ruge el invierno

y los cerezos danzan junto a la ventana.

 

No ha pasado el tiempo,

nadie jamás se ha marchado,

sólo se han ido los niños,

sus barcos,

sus muñecos y sus tamangos.

 

Nadie se ha marchado del País de las Abejas,

sentémonos junto al fuego mientras regresan los ausentes,

encendamos la vieja lámpara y compartamos

el pan mientras cae la nieve.

 

 

 

A MANUEL QUINCHAMAL

(Cacique Tehuelche)

 

Yo, destino misterioso de los astros,

ruta de la vida y de los sueños,

yo, hijo de Elal

roca, pluma o sendero

donde descansan los planetas

su universo de luz.

 

Yo, habitante de la Patagonia,

coirón, divina pampa de guanacos,

estrellas donde germinó el tiempo

pueblos ancestrales,

volcanes que Kooch transformó en paisajes

mar en que fueron creados

cordones y montañas,

roca misteriosa de memorias glaciares,

aurora de cristal

respiran en tu fuego

las semillas

engendrando perfumes y capullos de sol.

 

Yo, Quinchamal,

sobre mis huesos tristes,

extiendo la bóveda

celeste del universo

para llorar la pampa

y sus voces de silencio,

para llorar la tristeza

de una diosa tehuelche

y recordar sus cabellos

descansando

la noche eterna de los sueños.

 

Yo Quinchamal

habitante austral

de la Patagonia misteriosa

refugio de aves

asustadas por el viento

yo, lugar de verbo

nacimiento de flores

que rigen las luces del alba,

 

Yo, Quinchamal

flecha, aurora,

canto de las aguas

en su festival de cristales.

 

Yo, Quinchamal,

declaro, en esta hora amarga,

que eran puras las manos

de mis hermanos muertos

y era bello el paisaje

de sus toldos y cacerías

y aún el humo de su existencia helada

peregrina en el cielo

sus lágrimas de escarcha.

 

Textos tomados de: “Versos del Sur” (tomo 2) 

Editorial Cactus del Viento (2021)

 

 

 

 

Felipe Moncada Mijic / Quellón, 1973

___________________________________

 

 

 

MESERAS DEL METRO UNIÓN

 

I

 

Ese gesto

de cerrar las puertas del cooler

con el reverso de la pierna,

o ese de apoyar el codo en la barra

con la falda torcida a la cadera, enciende

a los bebedores del restobar

con un glamour de viejo ferrocarril

y baño de neón verde.

 

Un aire pálido envuelve a la mesera

y frota una rodilla con otra,

lo que parece ansiedad en la idea del cliente

pero que es frío o picazón, pues

sus piernas son el espíritu del local,

el horizonte de los taxistas trasnochados

y de los comerciantes que transan con odio

la venta del alma de las cervezas.

 

El viento enreda papeles en un callejón

cuando la mesera

abandona el local, sin aire de jazz

ni en taxi

a pie

escoltada por un galán callejero

y luego sola

porque el tiempo

se ha detenido en la calle

y sus tacos son el tic tac

mientras un llanto de niño

se echa a volar

de alguna ventana sin luz.

 

II

 

Delgada a los diecinueve.

Raptada desde su liceo

y puesta a servir shop y frituras,

a limpiar la grasa de las máquinas

hasta que brille

hasta que cumpla condena

el príncipe de las propinas.

 

III

 

El otro gesto

ese de limpiar el cerámico del muro

concentrada

como si de su labor dependiera

la llegada puntual del mes de abril

y su cataclismo de oro.

 

 

 

BIBLIOTECA A8, CAJONES

 

No le alcanza para libros nuevos; que se conforme con la cultura clásica y la humedad de la Biblioteca Pública, con los cajones de oferta en los libros usados. Y menos pensar en la universidad, en doctorarse en el extranjero; para eso tiene los bancos de las alamedas, el cromatismo de los plátanos orientales, la copa de álamos en mayo. ¡Qué museo de las Bellas Artes, ni nada! Nubes que se deshacen en el agua, lugares comunes de la provincia, una hoja que pasa girando hasta un charco, meses de espera hasta la caída; que en esas ondas vuelva a sus caminatas, a los novelistas rusos de los viejos estantes, a un deshojado Manifiesto Comunista, a un volumen de La Interpretación de los Sueños con manchas de moho. Uno más que no juega, que no sabe, uno menos, ¡qué va a escribir!, desalmado bajo la lluvia, creyendo ver al cuervo de Poe en las ruinas de su casa.

 

 

1 SUR & 11 ORIENTE

 

Un predicador

que abandonó la droga.

 

Un amputado

y su tarro de monedas.

 

Una chiquilla

que aspira tolueno.

 

Dos escolares

que se besan

interminablemente

 

 

CHARROS

Lonquimay, verano

 

Un adhesivo

del Wallmapu

en la guitarra eléctrica.

Que se trate de rancheras

no es contradicción. Es cosa

de mirar la pista de baile

con niños de uno a cien años

y parejas de toda índole. Pues

ni bailar con la hermana es tope

para seguir el ritmo del charro.

Fiesta de Aniversario.

Lumaco, Tirúa, Mulchén

por todo el Farst West

va la banda de los Juniors

luciérnagas errantes

por los caminos de La Frontera

con los trigales ya segados

y familias enteras

bebiendo bajo la Cruz del Sur.

 

 

TORPEDERAS

 

A esta playa

donde se bañan los perros vagos y palomas se pelean 

la basura de turistas

vienen los buses del orfanato, las viejas familias del 

sector y plásticos que ruedan en la eternidad 

de la arena.

Como los muchachos de Whitman que se bañan 

desnudos en el río

pero en versión porteña:

asolean cicatrices, fuman yerba y pierden la vista en 

los pelícanos, tatuados por quinientos pesos 

con el escudo del cacique.

Desfilan los cuerpos que no saldrán en las revistas:

la madre de cuatro chicos, con su cicatriz de la cesárea,

el moreno tajeado con el pellejo pegado al espinazo,

la niñita con su polera mojada,

la gorda que grita a su hija: ¡Yamila, ven paracá!,

el tata de gran barriga, un monstruo de peluche con 

la espalda manchada de lunares.

Para todos

un viento que hace tambalear gaviotas, vuela carpas

y servilletas que envolvieron huesos de pollo,

para todos la espuma dibuja galaxias de leche, burbujas 

que los chicos persiguen en calzoncillos.

 

Textos tomados de: “Migratorio”

Ediciones Inubicalistas (2018)

 

 

 

 

Comentarios
Compartir: